03/20/2021
La educación es clave en el desarrollo económico y social de una nación, pues promueve la capacidad intelectual, moral y afectiva de las personas. Esa razón es suficiente para que los referentes de la educación, de todos los niveles, tomemos conciencia de la necesidad de contar con profesionales dotados de capacidades creativas superiores y conectados con el mundo. Profesionales que, con sus conocimientos, sean capaces de propiciar acciones para el desarrollo de las competencias necesarias en el estudiante.
Prueba del papel de la educación en el desarrollo es que los países ubicados en el top 10 del Programa Internacional de Evaluación de Estudiantes (PISA), también se ubican en el top 10 de los rankings de competitividad. Además, tienen las mayores cifras de PIB per cápita, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (World Economic Forum, 2018)
En la mayoría de los sistemas educativos del mundo, la realidad educativa no es la adecuada para los mercados laborales del mañana ni para las necesidades emergentes de las sociedades. Hoy, a ello se suma la pandemia, que está afectando la salud y el contexto laboral, acrecentando las perturbaciones a nivel económico y social, que ponen en peligro el bienestar de miles de personas.
El problema no es sencillo y la solución se obtendrá a través del camino de la educación, de la mano de formadores que asuman con plenitud el compromiso y mayor empatía, así como del interés de los ciudadanos para aceptar el reto. Solo así se podrá avanzar hacia una sociedad que sobresalga por ser más competitiva. Si continuamos
con las mismas políticas educativas y de desarrollo económico vigentes, el país no se encaminará hacia un contexto social más justo y sustentable.
Necesitamos un sistema educativo equitativo y productivo incluyente, lo suficientemente competitivo. Otro factor clave es que la calidad de la educación esté conjugada con la pertinencia y el impacto. No se puede concebir una institución universitaria de calidad que no sea pertinente con su entorno social. Esto, junto a la internacionalización, deben constituir tres aspectos claves que determinen la posición estratégica de la educación universitaria (OEI, 2018).
Esto solo será posible con promotores de la educación capaces de comprender las necesidades del mundo en el cual viven. Por ello, desde la Universidad San Ignacio de Loyola conjugamos estos tres aspectos, con más fuerza en este tiempo difícil de la pandemia, para ser capaces de seguir creciendo gracias a nuestro compromiso con la formación y nuestra capacidad creativa.
Para lograr el cometido, buscamos que la oferta educativa impartida alcance los estándares de calidad y, que las fuerzas de trabajo desde nuestras carreras empresariales, cuenten con la preparación necesaria para enfrentar exitosamente los retos de la globalización.
Fuentes de investigación
Demelenne, D., Díaz, J., Elías, J. R., Giménez, L., Goetz, K., Machado, A., . . . Perazzo, I. (2014). La educación en su entorno : sistema educativo y políticas públicas en Paraguay. Asunción: ILAIPP.
OEI. (18 de 01 de 2018). Revista Iberoamericana de Educación. Obtenido de Revista Iberoamericana de Educación
World Economic Forum. (8 de 04 de 2018). Informe de Competitividad Global 2016-2017. Obtenido de Informe de Competitividad Global 2016-2017: https://es.weforum.org/agenda/2016/10/que-es-la-competitividad/
El Modelo USIL de Formación, está orientado al logro de competencias centradas en el estudiante con un diseño curricular integrado, que comprende nuevas metodologías de enseñanza, nuevas formas de evaluación y un nuevo rol del docente, que prioriza la excelencia y tiene como finalidad desarrollar una cultura de evaluación y gestión para la innovación y mejora continua.
Asimismo, este modelo se enfoca en la educación de emprendedores bilingües con orientación empresarial, brindando sólidas bases en Sostenibilidad, así como principios éticos y morales, con el objetivo de generar y gestionar propuestas creativas, productivas, técnicas y sociales que contribuyan al desarrollo sostenible del país.
La USIL ha desarrollado un plan curricular que incluye carreras con materias en inglés, con la finalidad de formar profesionales emprendedores bilingües, de forma que, al egresar de la USIL estén preparados para competir profesionalmente y hacer negocios, no solo en Paraguay, también en el mundo.
Durante los diez semestres académicos, nuestros programas y métodos de estudios emplean las más avanzadas técnicas de formación profesional con un enfoque empresarial, a fin de direccionar nuestras carreras a la creación y conducción de empresas. Para ello, nuestra estructura curricular incluye cursos de gestión con herramientas claves para generar valor agregado dentro y fuera de la empresa.